Desde que estrenaron la peli de Los Minions, mi rubia quería ir al cine a verla, y llevábamos días pensando como hacerlo porque el rubiete es muy pequeño y no sabríamos si aguantaría toda la peli, aunque no era la primera vez que lo llevábamos a ver un evento cultural, le chiflan los de música y aguanta lo que le echen sentado en la silla, enbobao cuando suena la música y aplaudiendo con enfásis cuando el director de la orquesta concluye la pieza… esto ya os lo cuento en otro post, que me enrollo y me voy por los cerros de Úbeda. Pero no sabríamos como reaccionaría con una peli porque no es que le entusiasme a él mucho los dibujos, vamos que no ve ninguno, sólo aguanta un rato Baby Einstein y Pocoyo cuando hay canciones.
Aún así decidimos ir a ver Los Minions. Fue un día completito de cine, ya que no podían faltar palomitas, agua, refrescos y pasar por la tienda de “chuches”, lo tienen bien estudiado… no te puedes resistir a pecar y llenar una bolsa de “azúcar y carbohidratos”, los niños encantados… menudo subidón les da, revoluciones a mil, hablan y hablan, los míos hasta por los codos, y corren, saltan, parece que les haya poseído el niño de Solo en Casa cuando se da cuenta que está solo y recorrere la casa feliz y contento, gritando y saltando. Así se ponen, hechos una fieras!!! (otra vez… que me voy por las ramas).
Nos sentamos y cinco minutos después apagaron la luz, el rubiete nos hizo mucha risa porque empezó con su vocecilla: No veo… No veo…, pues ya veis que risa todos callados y el que no veía. Y empezaron la proyección con los anuncios de otras pelis, en este punto la rubieta no paraba de emocionarse: esa la quiero ver, y esa, y esa, y esa otra…
Y de repente BABA BABABAAAAA, el rubio flipando, lo miraba y me moría de risa, estaba tan metido dentro de ella que creo que ni respiraba. Estaba hipnotizado con el pedazo pantallón y los muñequitos amarillos que iban de un lado a otro. Mi rubia no respiró en los 90 minutos que duró. Algunas veces pienso que la pantalla suelta ondas como los ojos de la serpiente de Moogly y los atrapa en un mundo dónde tu no puedes penetrar por más que te empeñes, tus superpoderes en estos casos no valen, las ondas hipnotizadoras son nuestra criptonita.
Mi chico y yo nos mirábamos y no nos lo creíamos, los dos quietos, atentos, sin hablar y eso a pesar de los dulces que llevaban metidos en vena!!!. Se nos pasó por la cabeza y todo que volvíamos a estar “festeando” y estabamos en nuestras primeras citas de cine, creo que es la primera película que disfrutamos sin levantarnos, sin pausarla, desde hace uff silgos!!! fue increíble, en este punto disfrutamos los 4 como niños y nosotros doblemente, ya que siendo padres disfrutas si ellos se lo pasan bien y disfrutamos porque el Cine fue nuestro remanso de paz, 90 minutos juntos sin estrés ninguno, la peli nos hipnotizó a todos y fue maravilloso disfrutarla en familia.
Y cuando terminó, lloró porque pedía: otra otra otra… como cuando vas de concierto y esperas que volvuelvan a salir a cantarnos la última canción, y gritas OTRA OTRA… y tuvimos que explicarle que se había terminado que era muy tarde y que había que irse a dormir y le prometimos que volveríamos a ver más pelis en ese pantallón tan grande, se conformó con la esperanza de volver!!! ¿Cuál será la próxima? Mi rubia lo tiene claro…. proximamente en Con Ñ de Cariño.
Y sorprendentemente NO ME DORMÍ, jejeje porque es sentarme a ver la televisión, da igual que sea película, serie o programa, que yo me duermo, y que agusto ese sueñete que me da que lucho por seguir el hilo y al final el señor morfeo puede conmigo y caigo en sus redes. No hay nada como una buena pastilla televisiva contra el insomnio… eso y un vaso de leche caliente con cacao -me diría mi madre-.
Contadme vuestras esperienzas con los peques en el cine, deseosa estoy de leeros y echarme unas risas con vosotras, un saludo cariñosete!!!