Happy

Los reyes llegaron con su pompa festiva, fuegos artificiales, ballet, Belén, música, pastores, ayudantes de los reyes, un poquito de carbón (para quien sería?, yo me he portado genial). Este año mi rubio ya sabía bien que significaba esta mágica noche y estaba que se salía de los nervios, su siesta fue tardía y movidita porque al mínimo ruido se levantaba y decía ya están aquiiií!!!!! Y ya os podéis imaginar, todos durmiendo y oír esto, pues yo sinceramente me daba ganas de esconderme debajo de la cama. (Sí la siesta en la cama, porque somos de pijama y orinal)
Tras la cabalgata fuimos a cenar en familia y tomarnos el roscón, pero no sin antes pasar por nuestra casa para ver si habían pasado los Reyes Magos (aquí llevamos muy mal eso de esperar hasta la mañana siguiente, desde que yo tengo memoria en esta zona los regalos se han dado esa noche, y no nos esperamos a acostarnos y levantarnos al día siguiente a ver que regalos tenemos).

Pues sí pasaron los reyes y se tomaron el café, la torta de chocolate y los dulces que le prepararon los rubios, “ozu”, que panzá me tocó darme!!

Y mi rubio al entrar aunque estaba emocionado y loco por ver la gran cantidad de regalos que habían dejado, nos dejó clavados en el sitio: Y dónde están los reyes, no veo?? jajajaja, el quería que estuviesen en casa esperándolo, jajaja que cosas tienen los niños!! Cariño, los Reyes tienen mucho trabajo y han dejado este regalito para ti. Bueno parece que logramos convencerlo y destapó el suyo, y alguno más, si nos encantamos tenemos que dar a la familia sus regalos desempaquetados.

Este año nos han encantado todos y cada uno de los regalos que nos han dejado. Juegos, pinturas, juguetes, sigan leyendo y os voy contando los regalos.

Como en la carta no dejaron muchas pistas ha excepción de la moto del rubio (que estaba claro que no se la iban a traer porque ya contamos con un parking que ni Lorenzo ni Pedrosa tienen) pues decidimos que sus Magestades regalasen juegos educativos y constructivos.

Un Tren de madera de Ikea con el que se pasan un buen rato jugando, montándolo, creando puentes, pasando por encima y por debajo, a desmontarlo y volverlo a montar. Son piezas grandes, manejables y que encajan de maravilla, por lo tanto no les cuesta nada.

Pinturas lavables en agua de Ikea que son las delicias de ambos y el horror mío (bueno no es para tanto). Potencian su creatividad y de paso decoran la habitación

El juego de la Jenga de Ikea, nunca habíamos jugado al juego y la verdad es que pasamos un buen rato en familia intentando que la torre no se caiga, es entretenido y además les hace pensar que ficha deben mover para que no caiga.

Puzzle de Starr Wars, of corse!!!. Porque además de entretener nos gusta todo lo relacionado con Star Wars.

Para ambos los reyes les trajeron dos cosas que les gusta y que además hace que jueguen juntos. La primera es el banco de herramientas, atornillan, aporrean y además han creado una nueva versión de juego cuando se cansan de atornillar, convierten los tornillos en dinero y juegan a las tiendas. Me encanta su capacidad de imaginación. El segundo ha sido unos bebés porque les encanta jugar a cuidarlos, cambiarlos, darles de comer, enrollarlos con mantitas … esta forma de juego es muy buena porque ves que les surge su lado tierno y lo hacen todo con sumo cuidado.

Un regalo que les ha encantado  y yo no conocía son unos muñecos que se calientan en el microondas y les acompañan en sus dulces sueños. Desprenden olor a manzanilla o romero (no sé bien a qué, pero es muy agradable) y los relaja para dormir. He de confesaros que una vez dormidos se los robo porque son tan calentitos, un amor.

Cayeron unas cuantas cosas más, todas ellas muy chulas: un señor potato, una set de pintura con canicas, ropa de deporte, juegos de mesa, un libro para enseñarse a dibujar, unos cuentos, etc.

Alto! que no cuando el pánico, tampoco os echéis las manos a la cabeza, somos una familia muy grande, y es cierto que son muchos regalos pero al llegar a casa se dosifican, se van sacando uno y guardando otros, incluso algunos se han quedado en casa de los iaios como la estupenda batería con la que mi rubio les da conciertos a sus abuelos.

¿Cómo se han portado los reyes? ¿Recibieron vuestros hijos tanto regalos? ¿Cómo hacéis para que no se colapsen con tantos regalos?

Estaré encantada de leeros, un saludo cariñoso

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